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Taller del equilibrio

Al tener síndrome de Ménière es importante aprender a mantener el equilibrio, no sólo cuando tenemos un vértigo, sino en nuestra vida diaria.

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Controlar la inestabilidad es una tarea complicada para muchos de nosotros, pues implica un esfuerzo añadido en todas las actividades que realizamos y, según va pasando el día, ese esfuerzo nos pasa factura, nos fatiga, nos carga muscularmente y empeora nuestro estado de equilibrio. Por no hablar de la torpeza y el agotamiento mental que todo esto nos produce.

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He aquí las claves para conocer nuestro cuerpo y mejorar el equilibrio corporal, un taller que impartió Rubén Hernández (fisioterapeuta) el 13 de noviembre de 2015 en la sede de ASPAS Madrid. ¡Gracias Rubén por permitirme compartilo!

¿Qué es el equilibrio?

La palabra equilibrio proviene del latín "aequilibrium", que quiere decir "aequus" (igual) y "libra" (balanza).

 

Hace referencia al estado de inmovilidad de un cuerpo sometido a dos o más fuerzas de la misma intensidad que actúan en sentido opuesto, por lo que se contrarrestan o anulan.

 

El equilibrio puede ser:

Estático: cuando el cuerpo sostiene una determinada posición en un mismo estado.

Dinámico: cuando se puede conservar establemente una postura al realizar desplazamiento.

El centro de gravedad

—Todo objeto tiene un punto que es su centro de gravedad, a partir del cual se consigue el equilibrio.

 

El centro de gravedad es el punto donde se concentra la masa de un objeto, es decir, es la intersección de los tres planos: sagital (perpendicular al suelo), frontal y horizontal.


En los seres humanos, el centro de gravedad se sitúa alrededor del 60 % de la altura (en la zona del ombligo), en posición anatómica, y va variando cuando realizamos un movimiento a partir de dicha posición.

 

Cuando los músculos situados en la zona del centro de gravedad de nuestro cuerpo están ejercitados, son capaces de conseguir con mayor facilidad el equilibrio. Por eso es importante ejercitar la zona abdominal para encontrar el equilibrio corporal.

Factores que intervienen en el equilibrio

Para encontrar el equilibrio necesitamos que el sentido de la vista, del tacto y sobre todo del oído, nos aporten información sobre nuestro alrededor con la cual podamos adoptar la postura corporal que corresponda a cada situación.

 

Pero también la propiocepción, que es el sentido que informa a nuestro organismo de la posición de los músculos, nos ayuda a encontrar el equilibrio, pues gracias a ella podemos regular la dirección y el rango del movimiento de estos, permitiendo reacciones y respuestas automáticas e interviniendo en el desarrollo del esquema corporal y en la relación de éste con el espacio.

 

Otras funciones de la propiocepción son el control del equilibrio y la coordinación de ambos lados del cuerpo. Ésta es la parte que tienen más afectada las personas con síndrome de Menière, pues aunque tengan automatizados ciertos movimientos, algunos de ellos se vuelven impredecibles cuando el oído manda señales equívocas al cerebro, afectando directamente a la propiocepción.

 

Por este motivo es importante trabajar el equilibrio desde el desequilibrio, acostumbrando a los músculos a recolocarse cuando se entra en un estado de inestabilidad, de manera que se vuelva a una postura de estabilidad.

Factores que condicionan en el equilibrio
  1. La amplitud de la base: cuanto más grande, mayor equilibrio (imagen 1).

  2. La altura a la que se encuentra el centro de gravedad con respecto al suelo: cuanto más alta sea la persona, más difícil le será encontrar el equilibrio.

  3. La dificultad del ejercicio: no es lo mismo ponerse a la pata coja que hacerlo mientras te coges por detrás el pie y te inclinas hacia delante (imagen 2).

  4. El grado de estabilidad de la superficie: no es lo mismo sentarse sobre una silla que sobre una pelota grande, como tampoco es lo mismo sentarse sobre una pelota grande que sobre una pelota de tenis.

  5. La capacidad de concentración: cuanta mayor atención le prestemos al desequilibrio, antes lograremos encontrar el equilibrio.

Imagen 1

Imagen 2

Ejercicios para mejorar el equilibrio

Los podéis encontrar pinchando aquí.

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